Una pregunta bastó para que Camila Acosta, periodista cubana y corresponsal del diario “ABC” de España, volviera a una comisaría de La Habana.
La comunicadora, en arresto domiciliario desde el 16 de julio, salió de la residencia en la que se encuentra hospedada.
Acosta se acercó a los agentes que custodian su confinamiento para preguntar por el paradero de Víctor Glez, hermano de Fabio Corchado.
El primer hombre es un informático. El régimen de Miguel Díaz-Canel lo acusa de publicar, en internet, información que habría recibido de la corresponsal.
El segundo sujeto es el propietario del inmueble en el que vive la periodista, luego de que la dictadura confiscara su casa.
Tras la consulta, Camila Acosta fue retenida y trasladada hasta una sede policial. El hecho fue confirmado por la propia comunicadora, a través de su cuenta en la red de microblogging Twitter.
“Hoy fui arrestada por la Seguridad del Estado”, escribió. En el mismo trino, Acosta aseveró que la desaparición forzada de Víctor Glez es una medida coercitiva contra Fabio Corchado, un “amigo que me ha dado techo después de ser desalojada”.
Luego de ser interrogada por varias horas, la corresponsal regresó a su reclusión domiciliaria. Antes de que se le ordenara casa por cárcel, entre el 12 y el 16 de julio, Acosta estuvo encarcelada e incomunicada.
La tiranía cubana pretende procesarla por supuesto desacato y aparente desorden público. Los cargos fueron levantados luego de que Camila Acosta visibilizara las históricas protestas que se registraron en Cuba, el domingo, 11 de julio. Imágenes ABC Con Información de telesurlibre.com #SNNV #27Jul #VenprensaInforma