El domingo 18 de marzo de 1984, a las 6:00 a.m. estaban citados la Brigada de Guerra de los Bomberitos «Rafael Urdaneta» en la Estación Apaga Fuegos de la Zona Industrial de Valencia, para salir a las ferias patronales de los Naranjos como lo hacían todos los años.
El teniente Coronel «jubilado» Luis Felipe Ruiz comandaba a los bomberitos para aquel viaje, en un principio se irían en una unidad de transporte del mismo cuerpo de bomberos, pero al presentarle una falla, les ofrecieron un autobús de Transportes Michelena llamado «El 27» que había pertenecido al extinto Sistema de transporte público Venezuela, modelo Blue Bird, blanco, año 1976 con franjas azules y por la parte trasera decía «El 27» con letras rojas.
En este último viaje de esta vieja unidad de transporte, venía la Brigada de Bomberitos saliendo poco después de las siete de la mañana, de la zona industrial, con el Cnel. Ruiz en la puerta del autobús, algunos de los bomberitos con instrumentos en mano, con mucho ánimo y algarabía… la ruta habitual de siempre, Flor Amarillo, Central Tacarigua, Cascabel, Noguera, Boquerón… hasta que llegaron a la «Curva del Cristo», también llamada curva del Oído, hoy en día denominada curva Cnel. Ruiz.
Al llegar a la «Curva el Cristo«, se le rompió un muñón a la rueda delantera, provocando que el chofer perdiera el control, cayendo al final del barranco, luego de dar muchas vueltas.
Testimonio del Sargento Mayor Carlos Emilio Hurtado Pérez, primero en llegar al lugar de los hechos.
El Sto. Mayor Carlos Hurtado se encontraba de guardia en la estación, recibió la llamada de emergencia y en seguida se trasladó al sitio de la tragedia. Cuenta Hurtado que el Cnel. Ruiz quedó decapitado, él mismo consiguió la cabeza y la colocó junto al cuerpo, poco antes de llegar el resto de rescatistas, encontró a un bebé recién nacido con vida, milagrosamente solo tenía unos rasguños porque cayó sobre una maleza, «esa criatura era hijo del chofer y la esposa que fallecieron en el acto» relató Hurtado.
Solo se encontraban tres adultos en el autobús, el comandante Ruiz, el chofer y su esposa, los tres perdieron la vida, de los bomberitos, músicos, quedaron pocos sobrevivientes.
Al lugar llegaron unidades de rescate de todas partes, hasta un helicóptero que envió el gobernador Gustavo Correa Viso que sobrevoló la zona guiando el rescate.
El Sto. Mayor Carlos Hurtado era muy amigo del Comandante Ruiz y le tocó darle la noticia a los hijos que también llegaron al sitio. A Ruiz, le gustaba mucho ir a estas fiestas como todos los años, ya que después del desfile y los actos, se formaba un templete y compartían a orillas del río.
Todo el país entró en luto, los canales Venevisión, Radio Caracas y Venezolana de Televisión solo daban información sobre esta tragedia que conmovió al país entero, los diarios «El Carabobeño» y Notitarde, vendieron todos sus ejemplares al día siguiente. El presidente Jaime Lusinchi decretó tres días de duelo nacional y en Cuartel de la Zona Industrial, en el mismo lugar donde salieron la mañana del domingo, fueron velados los niños junto al Comandante Ruiz.
También cuenta el Sto. Hurtado que luego de este accidente no se realizó más nunca ese tradicional desfile y no se volvió a formar la banda de Guerra por mucho tiempo.
Después de cuatro décadas de esta terrible tragedia, aún se aprecia el fuselaje del autobús al fondo del precipicio, convertido en amasijo de hierro y una placa con el nombre de los bomberitos. Todo el que pasa por ahí, toca la corneta en señal de saludo y respeto. Redacción; Héctor Correa Feo CNP: 22.002 #SNNV – #17Mar #VenprensaInforma
@tobycorrea Periodista y redactor
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