El gobierno de Nicaragua prohibió todas las procesiones religiosas antes y durante la Semana Santa de este año, confirmaron a la Voz de América varios párrocos en condición de anonimato.
Este viernes 24 de febrero saldría a las calles el primer Viacrucis de la Cuaresma antes de la Semana Santa, pero la actividad será bajo techo dentro de las iglesias para los feligreses.
“La suspensión de los Viacrucis será uno de los peores desaciertos de los psicópatas”, dijo a la VOA un sacerdote en referencia al presidente Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo, que mantienen una guerra frontal contra la Iglesia católica.
Según el religioso, la Policía Nacional, dirigida por Francisco Díaz, consuegro de Ortega, le notificó verbalmente la prohibición sin dar más explicaciones.
Las autoridades policiales no han emitido tampoco un comunicado oficial al respecto, sin embargo, este patrón se repitió desde principios de año, cuando se suspendieron varias actividades de la Iglesia, como una procesión que tradicionalmente se celebra los 1 de enero en Nicaragua.
“Las prohibiciones de las actividades de piedad popular que se realizan durante la cuaresma es una agresión más a la Iglesia católica nicaragüense y a la libertad religiosa de todos los ciudadanos”, comentó a la VOA, Ana Patricia Molina, investigadora del Observatorio Pro Transparencia.
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A criterio de Molina, Ortega tiene la intención “desalmada e ilógica” de eliminar la fe católica del país, ya que “es la única institución creíble, respetada y amada que a la luz del evangelio está anunciando y denunciado todas las arbitrariedades y maldades que comete la dictadura”.
“Esta prohibición es sin duda dolorosa para todo el pueblo católico que por siglos ha celebrado la Cuaresma”, afirmó Molina.
El martes, Ortega compareció en un acto nacional y arremetió contra la Iglesia católica, el Papa y el Vaticano a los que acusó de ser “una mafia”.
La Iglesia católica vive uno de sus momentos más difíciles en Nicaragua, tras las protestas surgidas contra Ortega en 2018.
El mandatario ha acusado a los sacerdotes de ser “golpistas” por albergar en los templos a los manifestantes de ese entonces.
El obispo Rolando Álvarez, uno de los religiosos más críticos a su gestión y que ha denunciado las violaciones a los derechos humanos que se viven en el país centroamericano, fue recientemente condenado a 26 años de prisión .
El Papa Francisco, así como diversos gobiernos como Estados Unidos, Colombia y la Unión Europea han demandado la libertad del religioso. Con Información e Imagen del aliado informativo; la Voz de América (VOA) –#SNNV – #25Feb #VenprensaInforma
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