Este fin de semana, Colombia estrena gobierno: Gustavo Petro llega a la Casa de Nariño para dirigir el destino del país hasta el 2026. Diferentes delegaciones internacionales llegarán a la capital colombiana el domingo para asistir a una posesión histórica, puesto que Petro se convertirá en el primer presidente de izquierda en Colombia.
Uno de los puntos más importantes del gobierno de Petro son las relaciones bilaterales con Estados Unidos. El cambio climático, los acuerdos de paz y la migración serán las prioridades en las que el nuevo gobierno de Colombia base su relación con la administración Biden.
Para la analista Sandra Borda, profesora de ciencia política de la Universidad de los Andes, la ideología del gobierno Petro es clara: “lograr una paz completa”.
Para ella, los nombramientos diplomáticos, tanto el del próximo embajador en Washington, Luis Gilberto Murillo, como el de la lideresa social e indígena Leonor Zalabata Torres como embajadora de su país ante las Naciones Unidas, buscan “abrir el espacio de la diplomacia colombiana a las minorías (…) y enviarle el mensaje tanto a Estados Unidos como a la comunidad internacional de que la prioridad de Colombia es ampliar su democracia y terminar de implementar el proceso de paz que afecta directamente a ese tipo de comunidades”.
El Acuerdo de Paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) se firmó en 2016, tras cuatro años de negociaciones en La Habana con el gobierno de Juan Manuel Santos. El objetivo del acuerdo fue poner fin a más de 50 años de un conflicto armado en Colombia y permitió la reintegración de la vida civil de más de 13.000 exguerrilleros. Ahora, Petro ha propuesto iniciar el proceso de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
La agenda internacional de Petro estará centrada en “el asentamiento del proceso de paz anterior y el inicio de una paz con los movimientos que todavía no sean desmovilizados», dijo la analista.
Andrés Macías, analista internacional, dijo que el nombramiento del nuevo embajador en Washington “abre las puertas a una agenda política diferente o que pone otros temas sobe la agenda, como por ejemplo el tema ambiental”.
“Hay una variable muy importante que es la lucha contra cultivos ilícitos, en donde va a estar un representante del gobierno colombiano que promueve la protección del medio ambiente, pero estamos en un contexto en donde por muchos años Estados Unidos ha tratado de fomentar la fumigación con glifosato contra cultivos ilícitos y habrá que ver cómo esa disputa política se logra concientizar”, explicó a la VOA.
Las relaciones con Venezuela
Otra de las áreas donde se concentra mayor atención es la restitución de las relaciones con el vecino país, Venezuela.
Los analistas esperan una reactivación económica en la zona de la frontera. El canciller de Petro se reunió con su homólogo venezolano en la frontera a finales de julio.
«Ojalá las cooperativas, las personas dedicadas a la producción (…) se alisten para reactivar unos intercambios que nunca debieron ser suspendidos”, dijo el presidente electo.
El curso que puedan tomar las relaciones entre Colombia y el gobierno de Nicolás Maduro de la mano del nuevo canciller, Álvaro Leyva, preocupa al portavoz en Colombia del gobierno interno de Venezuela de Juan Guaidó, Eduardo Battistini, quien considera importante que el gobierno de Petro tenga claro «que en Venezuela hay un régimen que no respeta los derechos humanos».
Para el economista y analista Philip Boland, es válido establecer un «puente» entre los dos países «que tienen las mismas culturas».
Opinión que comparte Macías, al señalar que los acercamientos son claves, pues la población de la frontera es la que más se ha visto afectada, tanto del lado colombiano como del lado venezolano.
Un acercamiento entre los gobiernos incide también en la seguridad en la frontera colombo venezolana, donde «el componente de seguridad ha sido muy complicado y no se ha logrado fortalecer por esa falta de comunicación con autoridades venezolanas», agrega.
El país petrolero sería clave no solo en materia comercial, sino para la implementación del propuesto acuerdo de paz, según la analista de la Universidad de Los Andes.
“El proceso de paz con el ELN la última guerrilla que queda en Colombia, solamente es posible con la participación de Venezuela, teniendo a Venezuela en la misma página del proceso de paz que la administración de Petro quiere implementar”, dijo Borda a la VOA.
Expectativas en Colombia
Poniendo la lupa en la política interna, expertos consideran que el nuevo gobierno debe actuar de forma gradual para no atentar contra la estabilidad.
Para Andrés Macías, analista internacional, “es un momento de quiebre en la política que se venía desarrollando en el país. Llega un gobierno diferente, con una propuesta de cambio (…) y hay mucha expectativa en torno a cómo se va a organizar ese nuevo gabinete”.
Y si bien la administración se estrena con una mayoría en el Congreso, incluso con el apoyo de partidos adicionales que perdieron participación política en la campaña presidencial y con el espaldarazo de organizaciones sociales que establecieron los paros en contra de la administración Duque, esto le exige mayor cumplimiento y no le garantiza el triunfo en áreas sensibles, señalan analistas.
Según Borda, “eso le va a facilitar las cosas, pero va tener que mostrar resultados y las áreas en las que tiene que trabajar, reactivación económica y demás, son áreas que van a requerir reformas rápidas, resultados contundentes”. Con Información e Imagen del aliado informativo; la Voz de América (VOA) – #SNNV – #6Ago #VenprensaInforma
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