Cada día se conocen más sobre los beneficios de los productos naturales para el cuidado de nuestro rostro, cabello, piel y la salud en general. Lo mejor de todo es que con estos ingredientes se pueden elaborar mascarillas en nuestro hogar, sin necesidad de acudir a un salón de belleza.
Una de las mascarilla con resultados más extraordinarios para combatir la resequedad de la piel, es la de harina de arroz y maicena, que recomiendan los japoneses desde hace siglos debido a que logra un efecto perfecto para hidratar, humectar, exfoliar, iluminar y además disminuye las arrugas de la piel.
Uno de los beneficios de este ingrediente, es que se puede usar para todo tipo de piel, sin generar ningún daño con el tiempo. El arroz concentra antioxidantes que ayudan a la prevención del envejecimiento prematuro.
Por otro lado, la maicena contiene un gran número de vitaminas, como el grupo B, B1, B2 y B3. Asimismo, tiene un alto contenido de vitaminas A, C y D. Todo esto, contribuye a disminuir el exceso de grasa y de irritaciones.
También sirve para pieles jóvenes. Según lo publicado por el portal de belleza Mejor Con Salud esta mascarilla funciona como astringente para ser aplicada en rostros con acné y, además, ayuda a retirar la grasa sin resecar el cutis.
Mascarilla casera de maicena con arroz para la resequedad de la piel
¿Qué necesitas?
- 2 cucharadas de harina de arroz (20 g)
- 1 cucharadita de maicena (5 g)
- Agua (la necesaria)
Modo de preparación
- Incorpora la maicena en un recipiente hondo.
- Luego, calienta el agua hasta que hierva y viértela poco a poco sobre la maicena.
- Agrega la harina de arroz, también poco a poco. No dejes de revolver. Cuando se forme una pasta homogénea, deja reposar hasta que la mezcla este fría por completo.
- Una vez lo consigas, la mascarilla casera de maicena y arroz ya está lista.
Modo de empleo
- Lávate la cara muy bien. Es importante que retires cualquier rastro de suciedad antes de hacerte este tratamiento de belleza.
- Sécate bien el rostro y aplica una capa gruesa de la mascarilla, con excepción de los labios, el contorno de ojos y las cejas.
- Deja actuar por un lapso de entre 20 y 30 minutos. Luego, enjuágate bien y retira con agua fría. Sécate bien.
- Lo idóneo es que luego te apliques tu crema hidratante de rutina.
- Puedes repetir la aplicación 2 o 3 veces a la semana.
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